Gerardo en esta vida fuiste muchas cosas, hijo, esposo presente, padre amoroso, abuelo incondicional, hermano respetuoso, tío filial, un buen consejero, compañía en las batallas, un ángel en la vida de muchas personas, siempre al servicio de quien lo necesitara.
Gerardo nació en un ambiente muy humilde en Finca Cartago del catón de Osa, fue el séptimo de nueve hermanos. Sus padres fueron Don Fabio Cabezas Quesada (Q.D.D.G) y Doña Oliva Solís Araya (Q.D.D.G). Curso la escuela primaria en la escuela de Coto 54-55, en corredores. Obtuvo su título de bachiller en educación media en el Colegio Nocturno de Ciudad Nelly, en Corredores.
Trabajo en diversas empresas como Palma Tica, Ston Forestal, Proforca y como agente de seguridad. Caracterizándose como un empleado responsable, excelente compañero, actitud positiva y puntual.
Dentro de su familia, fue un esposo enamorado, padre amoroso, un papá-abuelo siempre presente de forma incondicional en la vida de sus nietos, un hermano respetuoso, consejero, presente a pesar de la distancia y un tío amable y querido.
Siempre fue un hombre lleno de fe y confianza en Dios, en que Dios provee en las necesidades y nunca desampara. Su fe y su espiritualidad nos acompañaran por lo que nos quede de vida, siempre oyéndolo en nuestro interior diciendo “Bendito Dios” en ocasiones de felicidad y de adversidad.
Su sueño fue siempre el de mantener a la familia unida; ahora nos corresponde continuar con tu ideal de que aunque la distancia nos separe, la comunicación y el cariño no se pierdan.
Le damos gracias a Dios por permitirnos compartir este breve lapso en la Tierra contigo y conceda la dicha de reunirnos de nuevo en la eternidad.
¡¡¡¡Bendito Dios!!!!